Estrategia Antiinflamatoria: Qué Eliminar y Corregir Sí o Sí para Sentirte Mejor
Imagina esto:
Te despiertas cansado, a pesar de dormir bien. Tienes la panza hinchada, dolores articulares, o simplemente te sientes apagado, sin energía. Haces todo lo que “deberías” para estar bien, pero el problema persiste.
La solución podría estar más cerca de lo que crees, pero tal vez no te han dicho lo más importante: la inflamación crónica.
La inflamación no solo aparece cuando te golpeas o cuando estás enfermo. La inflamación crónica de bajo grado es mucho más común de lo que crees. Se esconde detrás de los problemas digestivos, la piel irritada, el cansancio constante, y hasta los cambios de humor.
Lo peor es que, muchas veces, lo que creemos que estamos haciendo bien está alimentando esa inflamación. Aquí te vamos a contar lo que no deberías estar haciendo.
Lo que Debes Hacer para Combatir la Inflamación
1. No Consumir Azúcar Refinada y Alimentos con Alto Contenido de Azúcar
¿Por qué debes evitarlo?
El azúcar refinada es uno de los principales culpables de la inflamación crónica en el cuerpo. Cuando consumes alimentos ricos en azúcar (gaseosas, pasteles, caramelos, helados, jugos procesados), tus niveles de glucosa en sangre aumentan rápidamente. Esto genera una respuesta en tu cuerpo que libera insulina, lo que a su vez activa un proceso inflamatorio. Además, el azúcar estimula la producción de citoquinas proinflamatorias, unas moléculas que mantienen el ciclo de inflamación encendido.
¿Qué debes evitar específicamente?
Refrescos y bebidas azucaradas: Incluso los jugos envasados que parecen saludables tienen grandes cantidades de azúcar.
Dulces, galletas y pasteles: Cualquier postre que contenga azúcar refinada y harina blanca.
Alimentos procesados con azúcar oculta: Muchos productos como yogures, salsas y cereales contienen azúcar añadida.
¿Qué hacer en su lugar?
Opta por frutas enteras como manzanas, fresas, arándanos o kiwis, que tienen un contenido de azúcar natural acompañado de fibra, lo que ayuda a evitar los picos de glucosa.
Si necesitas endulzar algo, usa edulcorantes naturales como la stevia o miel cruda en pequeñas cantidades.
2. No Consumir Harinas Refinadas y Productos Elaborados con Harinas Blancas
¿Por qué debes evitarlo?
Las harinas refinadas, como la harina blanca que se usa en pan, pasteles, galletas y pastas, son digeridas rápidamente por tu cuerpo. Esto provoca un aumento rápido de glucosa en sangre, lo que contribuye a la inflamación. Además, estas harinas no contienen los nutrientes esenciales que necesitas, como las vitaminas y minerales presentes en los granos enteros.
¿Qué debes evitar específicamente?
Pan blanco: Cualquier tipo de pan hecho con harina refinada, como el pan de molde o baguette.
Pasta y pizza con harina refinada: La mayoría de las pastas y pizzas comerciales están hechas con harina blanca.
Galletas, tortas y pasteles comerciales: Muchos de estos contienen no solo harina refinada, sino también azúcar añadida y grasas no saludables.
¿Qué hacer en su lugar?
Elige granos enteros como avena, arroz integral, quinoa y pan de centeno o de masa madre, que tienen un índice glucémico más bajo y te proporcionan más fibra, lo que ayuda a regular el azúcar en sangre.
Si consumes pasta, opta por pasta integral o pasta de legumbres (hecha de lentejas, garbanzos o quinoa).
3. No Comer Aceites Vegetales Refinados
¿Por qué debes evitarlo?
Los aceites vegetales refinados (como el de maíz, soya, canola y girasol) son altos en ácidos grasos omega-6, que, cuando se consumen en exceso, promueven la inflamación en el cuerpo. Si bien los ácidos grasos omega-6 son esenciales en la dieta, un desbalance entre omega-6 y omega-3 (la grasa antiinflamatoria) crea un entorno propenso a la inflamación crónica.
¿Qué debes evitar específicamente?
Aceite de maíz, aceite de soya, aceite de canola: Estos aceites se encuentran en muchas comidas procesadas, como frituras y snacks empaquetados.
Aceites hidrogenados y parcialmente hidrogenados: Se usan en productos de pastelería industrial y margarinas, y son ricos en grasas trans.
¿Qué hacer en su lugar?
Usa aceite de oliva extra virgen para cocinar o en ensaladas, ya que es rico en antioxidantes y tiene propiedades antiinflamatorias.
El aceite de aguacate también es excelente para cocinar, ya que es resistente al calor y contiene grasas saludables.
Aceite de coco puede ser una opción cuando se necesite cocinar a temperaturas más altas.
4. No Consumir Alcohol en Exceso
¿Por qué debes evitarlo?
El alcohol en exceso es un desencadenante importante de la inflamación. El consumo regular y elevado de alcohol afecta el hígado, compromete la absorción de nutrientes esenciales y altera el microbioma intestinal, lo que crea un ambiente inflamatorio. El alcohol también eleva los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que tiene efectos proinflamatorios.
¿Qué debes evitar específicamente?
Alcohol en exceso: No se recomienda más de 1-2 bebidas al día, y es mejor limitarlo a ocasiones especiales.
Bebidas con alto contenido de azúcar y alcohol: Como cócteles azucarados y cervezas con alto contenido de carbohidratos refinados.
¿Qué hacer en su lugar?
Limita o elimina el consumo de alcohol. Si decides beber, opta por vino tinto, que contiene antioxidantes beneficiosos (como el resveratrol) en cantidades moderadas.
Asegúrate de mantener una hidratación adecuada con agua y bebidas sin azúcar.
5. No Comer Comida Ultraprocesada
¿Por qué debes evitarlo?
Los alimentos ultraprocesados están llenos de aditivos, conservantes, colorantes y grasas trans que perjudican la función celular y aumentan la inflamación. Estos productos son muy bajos en nutrientes esenciales y pueden contribuir a una disbiosis intestinal (desequilibrio de las bacterias en el intestino), que es otro factor inflamatorio.
¿Qué debes evitar específicamente?
Comidas rápidas (fast food): Hamburguesas, papas fritas, pizzas comerciales, etc.
Snacks empaquetados: Galletas, papas fritas, barras de chocolate y cereales procesados.
Comida congelada industrial: Como las pizzas congeladas, nuggets de pollo y otros productos listos para calentar.
¿Qué hacer en su lugar?
Opta por alimentos frescos y naturales, como verduras, frutas, proteínas magras (pollo, pescado, tofu) y legumbres (frijoles, lentejas).
Cocina en casa con ingredientes naturales y orgánicos siempre que sea posible.
6. No Dormir Menos de 7 Horas por Noche
¿Por qué debes evitarlo?
El insomnio o la falta de sueño provoca que el cuerpo aumente la producción de hormonas del estrés, como el cortisol, lo que activa los procesos inflamatorios. El sueño es crucial para la reparación celular y el equilibrio hormonal, por lo que no descansar adecuadamente puede empeorar la inflamación y dificultar la recuperación de cualquier condición inflamatoria.
¿Qué debes evitar específicamente?
No dormir lo suficiente: Menos de 7 horas de sueño puede afectar tu salud general.
Dormir a deshora: Cambiar frecuentemente tus horarios de sueño o irte a dormir muy tarde puede desajustar tus ciclos biológicos.
¿Qué hacer en su lugar?
Asegúrate de dormir entre 7-9 horas cada noche.
Establece una rutina de sueño, evitando pantallas electrónicas una hora antes de acostarte y creando un ambiente oscuro y tranquilo.
7. No Estar Sentado Todo el Día
¿Por qué debes evitarlo?
El sedentarismo crónico reduce la circulación sanguínea, disminuye la función celular y favorece la acumulación de grasa abdominal, lo que está directamente relacionado con la inflamación. Las personas que pasan la mayor parte del día sentadas tienen mayor riesgo de enfermedades metabólicas como diabetes tipo 2, que está vinculada a la inflamación crónica.
¿Qué debes evitar específicamente?
Pasar muchas horas sentado sin moverte: Como estar sentado frente a la computadora o viendo televisión durante largos períodos.
No hacer pausas activas: Estar sin mover el cuerpo por horas no solo afecta la circulación, sino que también reduce el metabolismo.
¿Qué hacer en su lugar?
Haz pausas activas cada 30-60 minutos. Levántate, camina o haz estiramientos.
Incorpora actividad física diaria, como caminar, nadar, practicar yoga o cualquier ejercicio que mantenga tu cuerpo en movimiento.
8. No Ignorar el Estrés Crónico
¿Por qué debes evitarlo?
El estrés crónico es uno de los mayores impulsores de la inflamación en el cuerpo. Cuando estás estresado, tu cuerpo libera cortisol, una hormona que, en exceso, promueve la inflamación. Este estado constante de "alerta" alteran el sistema inmunológico, aumentando las respuestas inflamatorias que pueden afectar órganos vitales como el corazón, el cerebro y los riñones. Además, el estrés disminuye la calidad del sueño, lo que a su vez empeora la inflamación.
¿Qué debes evitar específicamente?
Estrés constante: La vida moderna está llena de situaciones estresantes, pero no saber cómo gestionarlo puede tener efectos graves sobre tu salud.
Falta de tiempo para relajarte: Si no dedicas tiempo a descansar y desconectar, el estrés se acumula y afecta tu bienestar.
Tensiones emocionales no gestionadas: Ignorar las emociones o no gestionarlas adecuadamente puede generar un ciclo de estrés y aumento de inflamación.
¿Qué hacer en su lugar?
Practica técnicas de manejo del estrés: Meditación, respiración profunda, yoga o mindfulness son herramientas muy eficaces para reducir los niveles de cortisol y, por ende, la inflamación.
Tómate descansos durante el día: Aunque parezca difícil, incorporar breves pausas de 5 a 10 minutos para relajarte puede marcar una gran diferencia.
Realiza actividades que te relajen y te hagan feliz: Salir a caminar, leer un libro, escuchar música tranquila o practicar algún hobby que disfrutes.
9. No Comer Sin Prestar Atención a lo que Comes (Comer Consciente)
¿Por qué debes evitarlo?
El acto de comer sin estar presente (comer en automático, mientras estás distraído con el teléfono, televisión o trabajo) no solo puede llevarte a comer en exceso, sino que perjudica tu digestión. Comer rápidamente o sin atención plena desconecta tu cuerpo de las señales de saciedad, lo que puede generar un sobrec consumo de alimentos, incluidas opciones inflamatorias. Además, al comer de manera distraída, no tienes tiempo para masticar adecuadamente los alimentos, lo que afecta la digestión y absorción de nutrientes.
¿Qué debes evitar específicamente?
Comer frente a la pantalla: Ya sea el teléfono, la televisión o la computadora, comer mientras te distraes puede llevarte a no reconocer cuándo realmente estás lleno, lo que aumenta el riesgo de comer de más.
Comer de manera acelerada: Comer rápidamente sin dedicar tiempo a masticar los alimentos correctamente puede causar problemas digestivos como hinchazón y malestar estomacal, además de incrementar los niveles de inflamación.
No estar consciente de lo que comes: Comer sin pensar en los ingredientes, en las porciones o en cómo ese alimento puede afectar tu salud.
¿Qué hacer en su lugar?
Practica el comer consciente: Haz un esfuerzo por prestar atención a lo que comes. Tómate tu tiempo, saborea cada bocado y observa cómo se siente tu cuerpo mientras comes. Esto no solo mejora la digestión, sino que también te ayuda a identificar cuándo estás realmente satisfecho, evitando el exceso de comida.
Elimina las distracciones mientras comes: Intenta comer sin distracciones, como teléfonos, televisión o computadoras. Crea un ambiente tranquilo para disfrutar la comida.
Come despacio y mastica bien: Comer lentamente permite que tu cuerpo envíe las señales adecuadas de saciedad, lo que ayuda a evitar comer en exceso.
Conclusión
La clave para reducir la inflamación es hacer cambios simples pero efectivos en tu estilo de vida y dieta. Deja de hacer lo que te inflama y empieza a hacer lo que te sana. No se trata de una dieta estricta ni de eliminar todo lo que te gusta, sino de equilibrar y cuidar lo que realmente le da bienestar a tu cuerpo.
Haz que tu cuerpo tenga el descanso, los alimentos y el ejercicio que necesita, y pronto notarás la diferencia: más energía, menos dolor, y una sensación general de bienestar.
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Fuentes Externas Utilizadas
Para redactar el artículo sobre inflamación, alimentación consciente y manejo del estrés, se consultaron diversas fuentes científicas y médicas. A continuación, se presentan los enlaces directos a algunas de estas fuentes:
PubMed
Base de datos de investigaciones científicas en biomedicina y salud.Mayo Clinic - Estrés
Información sobre los efectos del estrés en la salud y estrategias para su manejo.WebMD - Alimentación Consciente
Guía sobre cómo la alimentación consciente puede ayudar en el control del peso y mejorar la relación con la comida.National Institutes of Health - Inflamación
Información sobre la inflamación y su relación con diversas enfermedades.Harvard T.H. Chan School of Public Health - Estrés
Investigaciones sobre cómo el estrés puede contribuir a la obesidad y enfermedades relacionadas.